Aguardan la autopsia de la mujer hallada en el arroyo Goye

El cuerpo de la joven Teresita Bulfón, de 26 años, fue encontrado por un ciclista en el poco caudaloso arroyo Goye y, tras el inicio de la investigación, las autoridades pudieron reunir evidencia importante para empezar a esclarecer lo ocurrido, aunque ante la requisitoria periodística se manejaron con cautela y aguardarán el resultado de la autopsia para confirmar que se trató de un accidente.

Según confirmaron fuentes ligadas a la investigación, la joven oriunda de La Plata, de 26 años de edad, portaba una riñonera con toda su documentación, lo que permitió la inmediata identificación del cadáver. Además, por ciertas características que presentaba el cuerpo, “la primera impresión es que el deceso pudo haber ocurrido en la jornada del jueves”, reveló una de las fuentes consultadas.

No obstante lo anterior, y ante la trascendencia de las medidas de investigación ordenadas y aún por realizar, las autoridades prefirieron manejarse con profunda cautela y no descartaron otras líneas de investigación. 

El cuerpo fue hallado en el lecho del arroyo Goye, que, a pesar de las lluvias aisladas que se registraron en las últimas horas, luego de un verano seco y caluroso, no presentaba un caudal peligroso ni una profundidad extrema. Fue un ciclista que pasó por el lugar quien alertó a las autoridades, que rápidamente desplegaron una serie de acciones para proteger el área y comenzar la investigación.

En el lugar del hecho, el fiscal de turno, Tomás Soto, y la fiscal jefa en turno, Betiana Cendón, comandaron la labor del personal del Gabinete de Criminalística y de la Subcomisaría 55º, la Comisaría 27 y Bomberos Voluntarios. Tras las medidas de rigor autorizaron el levantamiento del cuerpo, que fue trasladado al Cuerpo de Investigaciones Forenses, donde por la mañana del sábado se  realizará la autopsia, a cargo del médico Juan Manuel Piñero Bauer.

Las autoridades lograron establecer que la infortunada joven había anunciado que realizaría una caminata por la zona. Las indicaciones que había dado no generaron preocupación y por eso nadie realizó la denuncia ante su ausencia.

Es que la mujer fue hallada en el lugar con todas sus pertenencias. No solo portaba una riñonera con su documentación personal, sino que también llevaba una mochila con accesorios para pasar tiempo al aire libre.

Se había alojado momentáneamente en el camping Hueney Ruca donde tenía instalada su carpa y planeaba regresar a Buenos Aires en las próximas horas, por lo que intentó disfrutar al máximo sus últimos momentos en la región lacustre, según trascendió.

La búsqueda de indicios para tratar de determinar las características y circunstancias que rodearon la muerte de la joven incluyó la inspección de unos pequeños senderos, totalmente agrestes, que parten desde los costados del puente del arroyo Goye y llegan hasta el cauce mismo.

Las fuentes revelaron que se trata de precarias huellas que no tienen barandas, señalización ni mejora alguna y que el suelo está inestable, a partir de la presencia de piedra suelta en la superficie. También estimaron que, desde el puente al arroyo, hay una altura similar a la de un cuarto piso, es decir, unos diez o doce metros.

Las fuentes consultadas todavía no dan por cierto que se trató de una muerte accidental, aunque es la principal hipótesis que manejan, pues todo parece indicar que, en un tramo del sendero, la mujer pudo haber perdido el pie y caído al arroyo junto a un pequeño desprendimiento del suelo. La hipótesis se refuerza por la forma en la que fue encontrado el cuerpo y por la ausencia de indicios de criminalidad, al menos en el primer tramo de la investigación.

Según informes médicos preliminares, Bulfón presentaba algunas heridas en el rostro y en otras artes del cuerpo, que podrían ser producto de la caída y del impacto con las piedras que coronan el cauce del arroyo. Para develar con exactitud lo ocurrido, las autoridades deberán esperar informe de autopsia, para ver si surge algún nuevo elemento que pueda orientar la pesquisa, porque se especulaba con una muerte instantánea tras el golpe con las piedras o bien en un desvanecimiento que derivó en una muerte por ahogamiento.