A 4 años de su muerte, recordamos la visita de Fidel Castro a Bariloche

El líder cubano falleció sobre finales del año 2016. Desde el Partido Comunista lideró el destino político de la isla por más de seis décadas. Recordamos su paso por Río Negro, hace 25 años.

Pasó un cuarto de siglo de la visita de Castro a San Carlos de Bariloche, para participar de la Cumbre Iberoamericana, en octubre de 1995.

Llegó en avión de la aerolínea estatal Cubana y en el aeropuerto internacional patagónico, Fidel Castro y su comitiva fueron recibidos por el presidente Carlos Menem y la Banda de la Escuela Militar de Montaña.

Bariloche por primera vez recibía a 20 mandatarios del mundo entre ellos el entonces rey de España, Juan Carlos I y la presencia de Fidel Castro fue una de las mayores atracciones para la prensa.

Unos mil gendarmes fueron desplazados a Bariloche para garantizar la seguridad de los visitantes ilustres, además de que perros adiestrados registraban cada vehículo que se acercaba a la zona restringida del hotel Llao Llao donde se desarrolló la cumbre.

Fidel Castro se alojó con su comitiva en el hotel Panamericano, allí recibió a mandatarios para mantener reuniones específicas.

“Me siento sumamente satisfecho de encontrarme en estas tierras”, pronunció Fidel al arribar a Bariloche.

Durante la Cumbre Iberoamericana los jefes de Estado debatieron como tema central “La educación como factor esencial del desarrollo económico y social”.

“Nunca me he dedicado a la gloria, a pensar cómo quiero que me vean”, afirmó Fidel Castro al fantasear con su muerte, en una de las entrevistas realizadas por el cineasta Oliver Stone para su documental “Comandante”, estrenado en 2003.

 Castro ya había realizado menciones sobre su muerte y señalado que no pretendía que lo recordaran con gloria. El líder de la revolución cubana aseguró en aquel reportaje de 30 horas, que se extendió por tres días, que desde pequeño se enfrentó a la muerte al tomar decisiones que lo acercaban a riesgos límite.

Entre las anécdotas mencionó su temprana expedición para derrocar al régimen de Rafael Leónidas Trujillo, dictador que gobernó República Dominicana desde 1930 hasta su asesinato en 1961, y sus luchas en la adolescencia.

“No creo en el destino, creo que todo termina en esta vida; si pensara así, muchas veces parece que nuestro destino termina, y yo nunca he renunciado a seguir luchando, ni una sola vez”, agregó Castro.

En su reflexión sobre la muerte también manifestó su rechazo por la resignación, ya fuera en la lucha o en lo personal. “Combato hasta que me maten”, sostuvo.

“El día que expire, sea cual fuese la razón, no pensaré que el destino ha llegado al fin a la hora de Cuba; aún después de muerto creo hoy que el destino de Cuba es el destino de nuestra causa, esto tal vez sea una prueba”, remarcó.

La fe también fue otro tópico al cual se refirió el ex mandatario cuando fue consultado por Stone sobre “si hay algo más allá de la muerte”. “Yo no he sido creyente porque los métodos que se emplearon responden al método dogmático; para mí hay una sola vida y es esta, convicción total en eso”, respondió.