Paseo del Canalito, donde se comenzó a levantar la historia de Roca

El canal había comenzado a construirse en 1.884 bajo la dirección de Hilarión Fourquet, y cuando General Roca se instaló en su nuevo asentamiento luego de la gran inundación de 1.899, fue el sitio elegido por los habitantes como paseo y lugar de esparcimiento.

Este antiguo canal, convertido hoy en un espacio verde, fue el primero que suministró agua para el riego de la naciente Colonia Agrícola General Roca, que abarcaba aproximadamente 45.000 hectáreas, lo que hoy representaría una distancia desde la ciudad de Allen hasta Ingeniero Huergo.

Al trasladarse el pueblo, parte de la población se ubico a la vera del cauce de agua, donde fueron construyendo sus viviendas.

Sus márgenes estaban arboladas con álamos que daban sombras a sus veredas. Por ese entonces, el cruce del canal se efectuaba por puentes de mampostería que servían para peatones y vehículos. Se ubicaban, alrededor del año 1.901, en tres puntos ubicados sobre calle Buenos Aires, Avenida Centenario (actualmente Avenida Roca), y calle Neuquén.

En sus orillas abundaba la alfalfa, y para evitar que los animales llegaran para alimentarse o tomar agua, el municipio había colocado un alambrado a cada uno de sus lados para proteger de esta manera el sitio de recreación.

Con respecto al puente de la Avenida Centenario (Roca), posteriormente fue ampliado, se revistió con cemento parte del canal para evitar derrumbes, y se colocaron fuentes ornamentales, que mas tardes fueron demolidas para dar lugar a nuevos proyectos de embellecimiento.

El paseo del canal fue preocupación las autoridades municipales, quienes siempre intentaron mantenerlo en condiciones, ya que en los días festivos los pobladores, y en especial los jóvenes, eran asiduos concurrentes. Recorriendo las veredas e intercambiando saludos.

El recorrido se efectuaba desde la calle Italia hasta Neuquen. Había pasarelas para peatones y lugares destinados para los aguateros, que extraían agua del canal para uso de los pobladores. 

Hacia el año 1.918 se colocaron unos 20 bancos de madera pintados de blanco, que fueron ubicados estratégicamente en las veredas del canalito.

El envío fue efectuado por el jefe del Arsenal de Guerra, Coronel Tomas Arrollo, y quien los recibió por ese entonces fue el intendente, don Alfredo Viterbori.

Algunos de estos bancos permanecieron en su lugar hasta el año 1.950 aproximadamente. Estos asientos dieron comodidad a los concurrentes, quienes los adoptaron como sitio privilegiado de esparcimiento.

A medida que el tiempo transcurría, cada intendente efectuaba algún nuevo trabajo de embellecimiento, dejando así la impronta de su gestión.

Un cambio en la década del '70

En la actualidad el Paseo del Canalito se encuentra parquizado y mejorado desde el extremo este en calle Mendoza hasta el oeste en calle San Juan, producto de un cambio total de estructura efectuado durante la década del 70, donde se le dio al canal una nueva fisonomía, al incluirle curvas, puentes, canteros y senderos embaldosado, cuyas baldosas fueron fabricadas en la Colonia Penal de nuestra cuidad.

En su recorrido se encuentran numerosos monumentos, entre ellos el que están ubicados en la intersección de calle España que corresponde al fundador de nuestra cuidad, el General Lorenzo Vintter, frente a la escuela 32 en calle Isidro Lobo.

En la esquina de calle Sarmiento, el busto de Domingo Sarmiento, en Avda Roca e Isidro Lobo el busto de Don Hilarión Fourquet , además del Monumento a la Manzana, una hermosa estructura de aluminio homenajeando a la base de la producción que se emplazó en el corazón del canalito y fue inaugurado en 2005 durante la gestión de Carlos Soria.

Como culminación de la obra de embellecimiento, se construyó un anfiteatro al aire libre, el cual hoy lleva el nombre de “Paul Flores” en homenaje al recordado músico roquense.

Recopilacion y actualización de Verónica Paniceres y fotos del Museo Historico Lorenzo Vintter.

Fotografía: vista del canalito luego de la inundación de 1.899, calle Italia.  Gentileza Sr. Correa.

Bibliografía consultada: