La esperanza siempre está: que el tren vuelva a cubrir el servicio de media distancia recorriendo todo el Alto Valle, entre Chichinales y Neuquén. ¿Fantasía o realidad? Lo concreto es que el gobierno nacional ya licitó la compra de 50 nuevas formaciones ferroviarias para destinarlas a una ampliación de la cobertura. Y dos de esos “triplas” (dos cochemotores con cabina y un vagón común), estarían destinadas a la región.

Al menos así se comprometió el presidente de Ferrocarriles, Martín Marinucci, durante un encuentro con el representante de la asociación “Despertemos a los durmientes”, Lorenzo Brevi. La licitación se realizó a fines de noviembre y se presentó un único oferente, los chinos de CRRC, el mayor fabricante mundial de equipamiento ferroviario.

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Pero habrá que ver cómo se distribuyen en la realidad: es que de esas 50 unidades, solo 25 son de “trocha ancha”, que es la más difundida en el país y la que se instaló en la región. Otros 10 trenes a comprar son de “trocha media” (utilizados en la región mesopotámica y un sector del norte de la provincia de Buenos Aires); y 15 de trocha “angosta”, de muy poca extensión pero con un desarrollo en el noroeste argentino que permitiría una conexión con Chile.

La oferta de CRRC fue por un total de 299 millones de dólares: 6,07 millones de dólares por cada unidad de trocha ancha; 5,8 millones por cada una de trocha angosta y 5, millones por cada una de las formaciones de trocha media.

En el pliego de licitación se incluyó la exigencia de que la producción de los trenes tenga al menos un 20 % de integración regional. Los primeros dos cochemotores de cada una de las trochas deberá entregarse a los 11 meses del pago del anticipo; las siguientes dos a los 14 meses y el resto a partir de los 16 meses.

La licitación está siendo analizada por el equipo económico de Ferrocarriles Argentinos y de reunir todas las condiciones técnicas y financieras solicitadas, a mediados de 2024 podrían estar arribando al país la totalidad de las unidades.

Mientras tanto, quedará para solucionar el tema de la señalización de los pasos a nivel: en principio, se utilizarían equipos de banderilleros que vayan adelantándose a la formación), y la situación del puente que cruza la ruta nacional 22 a la altura de Cipolletti. Allí, Vialidad Nacional debería efectuar un trabajo de profundización de la calzada para que los camiones no terminen chocando contra la estructura metálica.

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