Por Guillemo Whpei, presidente de la Fundación para la Democracia Internacional

Recientemente, supimos que una consultora internacional de servicios de recursos humanos recluta a jóvenes argentinos para trabajar durante el Mundial de Qatar

La pregunta que cabe hacerse es en qué condiciones laborales ya que la península de Qatar tiene alrededor de dos millones de trabajadores migrantes que padecen algo que yo califico como una explotación ofensiva de la dignidad humana

El punto más álgido de esta explotación es la muerte, como denuncié oportunamente en el informe "Detrás de la pasión. La trama de explotación y corrupción del mundial de fútbol de Qatar 2022".

Vale señalar que han muerto casi dos trabajadores por día desde que Qatar fue elegida sede del Mundial de Fútbol en diciembre de 2010.

Más de 7000 trabajadores, la mayoría nepalíes, han muerto en obras de infraestructuras del Mundial de Qatar pero también es importante denunciar la sobreexplotación por parte de los insaciables poseedores de riquezas extremas.

En ocasiones, la miseria de los poderosos se vuelve ominosa y se traduce en una nueva forma de exclavitud.

Como sociedad, no podemos hacernos los distraídos, agitar banderas y gritar goles. No hay nada que festejar en el Mundial con tantas muertes alrededor de la pelota y trabajadores hacinados y con sueldos miserables. 

Esto lo leyó muy bien el pueblo alemán, donde el 48% se opone a jugar el Mundial debido a las violaciones a los derechos humanos en el territorio árabe, según datos que arroja una encuesta del instituto YouGov. Los encuestados expresaron también su desagrado por la muerte de los trabajadores durante la construcción de los estadios de fútbol.

Hay que parar la pelota. La pelota no se mancha.