Después del agua, el té es la bebida más consumida del mundo, cuyo consumo puede aportar beneficios para la salud y el bienestar. Por ello, en busca de destacar su importancia, cada 21 de mayo se celebra el Día Internacional del Té.

En China, hay constancia de su consumo desde hace al menos 5000 años. La producción y elaboración de té constituye una fuente esencial de sustento para millones de familias de países en desarrollo y es el principal medio de subsistencia de millones de familias pobres de varios países menos avanzados.

Buscando apoyar los esfuerzos para ampliar la demanda de la bebida, en particular en los países productores de té donde su consumo es relativamente bajo, la Asamblea General de las Naciones Unidas decidió designar el 21 de mayo como el Día Internacional del Té.

Esta fecha promueve y fomenta medidas colectivas dirigidas a llevar a cabo actividades en favor de la producción y el consumo sostenible de té, y aumenta la conciencia acerca de su importancia en la lucha contra el hambre y la pobreza.

¿Cuáles son los beneficios de tomar té?

Son múltiples los beneficios que esta bebida puede aportar a nuestro organismo. Existen infinidad de tipos de té: rojo, negro, blanco, verde y azul y cada variedad aporta diferentes beneficios, pero todas se crean a partir de la misma hoja la Camellia sinensis por lo que la mayoría de los beneficios se comparten.

En primer lugar, hay que destacar su gran poder antioxidante debido a su gran cantidad de polifenoles que actúan contra el envejecimiento, ayudan a fortalecer los capilares y poseen cualidades antiinflamatorias y antibióticas.

Otra de las cualidades del té, es que ayuda en la prevención de enfermedades cardiovasculares gracias a la presencia de flavonoides en su composición. Estas sustancias disminuyen el riesgo de padecer cáncer y retrasan el envejecimiento siendo mucho más efectivas que la vitamina C y un 25% más que la vitamina E.

Si sos de esas personas que tienen el colesterol un poco alto, el efecto astringente del té también te interesa. Los taninos que contiene el té aportan cualidades cicatrizantes, anti-diarreicas y ayudan a inhibir la absorción del colesterol.

Por último, hay que destacar que el té aporta varios tipos de nutrientes y vitaminas al organismo. Entre los primeros hay que destacar el calcio, el hierro, el flúor, el magnesio y el potasio. En cuanto a las vitaminas, estas dependerán del tipo de té, pero por lo general las vitaminas A, B1, B2, B6, B12 y C están siempre presentes.