En su momento, fue el símbolo de un modelo de provincia más integrada. El Puerto de San Antonio Este se mostró como la vinculación de la producción rionegrina al mundo. Sin embargo, los cambios del comercio mundial y los conflictos geopolíticos están golpeando sobre esta actividad. En el primer cuatrimestre del año, los embarques se redujeron un 30 %. La guerra de Ucrania es la principal causa, pero no la única.

Durante la primera gobernación del roquense Pablo Verani, el puerto se entregó en concesión a la operadora Patagonia Norte, conformada por un grupo de los principales exportadores de la región y algunas compañías navieras. A lo largo de estas tres décadas la actividad tuvo sus altibajos pero en este último período tocó su mínimo histórico.

La invasión de la Federación Rusa a su vecina Ucrania golpeó fuerte sobre las ventas de la fruticultura regional. Hacia el mercado ruso se orientaba el 30 % de las exportaciones de peras y manzanas de la región. La noticia del conflicto y del bloqueo occidental al puerto de San Petersburgo encontró a los primeros cuatro buques a mitad de camino.

El cierre de ese mercado repercutió en la actividad del puerto rionegrino, pero no es el único motivo de la lenta declinación en la participación del comercio. Por un lado, San Antonio Este es un puerto de aguas poco profundas, por lo que necesita hacer un trasbordo en Montevideo para alcanzar las barcazas de containers. Pero hace cinco años, Bahía Blanca habilitó una terminal especial que permite la salida directa por lo cual muchos operadores prefirieron reorientar su logística hacia el puerto bonaerense.

La apertura de los puertos chilenos para operar sobre el Pacífico también golpea la operación de San Antonio. Muchos embarques empezaron a salir desde Valparaíso, especialmente con destino a la costa oeste norteamericana. De todos modos, el puerto rionegrino exportó hacia Estados Unidos unas 15.600 toneladas. Parte de las exportaciones por mar salieron hacia Brasil (un cambio sobre los años anteriores, que era totalmente por tierra), y la mayor parte fue hacia los mercados europeos: Holanda (14.600 tn); Italia (14.200); y Rusia (11.300 tn).

Especialistas en comercio internacional resaltaron que la dinámica de la logística va cambiando según las circunstancias tecnológicas y geopolíticas. Un conflicto bélico puede producir el cierre de un puerto; pero también un conflicto gremial puede afectar una ruta habitual, como ocurrió en su momento en Estados Unidos. Por eso es tan difícil predecir qué puede ocurrir con el puerto rionegrino.