18 AÑOS SIN FACUNDO PABLO

| 08/04/2022

El caso de mala praxis médica que conmocionó a la sociedad rionegrina

El caso de mala praxis médica que conmocionó a la sociedad rionegrina

Hoy se cumplen 18 años de la muerte de Facundo Pablo, el joven de General Roca que se internó para realizarse una operación muy sencilla en el oído y producto de una serie de negligencias y errores médicos, falleció por un paro cardio respiratorio. El caso conmocionó a la ciudad y fue uno de los primeros juicios por mala praxis que terminaron en una condena contra cuatro profesionales: tres médicos de terapia intensiva y un anestesiólogo.

El 7 de abril de 2004, Facundo llegaba al Sanatorio Río Negro, de Cipolletti, para la colocación de un diábolo en el oído. Durante su adolescencia había sufrido las consecuencias de varios resfriados que dejaron esa zona muy sensibilizada y expuesta a continuas infecciones. La práctica recomendada por el especialista permitiría una mejor ventilación, solucionando en forma permanente la dolencia.

Sin embargo, todo se complicó. Tras recibir la anestesia general, Facundo comenzó a ventilar y entró en paro. Quienes estaban con él en el quirófano no detectaron lo que sucedía y la ausencia de un capnográfo que permitiera llevar un control, quedó probada en el juicio.

Los profesionales decidieron suspender la intervención prevista y derivarlo de urgencia a terapia intensiva con un edema de pulmón. Al día siguiente, falleció. Y allí comenzó una nueva historia: la dura investigación que decidió iniciar su papá, Carlos Pablo, para intentar demostrar que lo que había ocurrido en el quirófano y en la terapia había sido mucho más que un mero accidente, sino que hubo negligencia y mala praxis.

El juicio recorrió todas las instancias posibles hasta llegar a la Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN), que rechazó el recurso de queja elevado por los acusados. De esa forma, confirmó las sentencias dictada por la Cámara Segunda de Río Negro: dos años de prisión en suspenso y seis de inhabilitación para el ejercicio de la profesión para el anestesiólogo Pablo Kirilovsky, y un año de prisión en suspenso más cinco de inhabilitación para los terapistas Joaquín Andrade, Nelson Fernández y Fabiana Aguirre Neira.

En ese momento, la causa por mala praxis dividió a la comunidad médica de la región. Un grupo interpretaba que se estaba evaluando el comportamiento de los especialistas sin entender la forma de trabajo bajo presión. Otros, en cambio, entendían que se había producido un relajamiento en las prácticas profesionales que terminaron provocando la muerte de Pablo. Fue uno de los primeros juicios en llegar hasta el final con un fallo tan contundente contra el personal médico.

La abogada querellante de aquellas jornadas, Carolina Pandolfi, recordó que la intervención que debía realizarse a Facundo Pablo era “una operación que se había poder hecho con anestesia local, incluso con un spray anestésico de uso local, pero lamentablemente de forma negligente, tal como lo catalogó la justicia, decidieron otro curso de acción”.

“Facundo estuvo sometido a una anestesia general que derivó en múltiples complicaciones debido al estado de mantenimiento, o ausencia de mantenimiento, de mucha de la aparatología de ese momento”, dijo.

Pandolfi recordó que se condenó a los tres médicos y al anestesiólogo como “coautores de homicidio culposo por la negligencia que tuvieron”. El tribunal “consideró que los distintos cursos de acción que tomó cada uno de ellos confluyeron en la muerte de Facundo. Las acciones desafortunadas, negligentes, culposas, con falta de profesionalismo, no apegándose a las reglas de la profesión, en vez de cuidar la vida de Facundo, terminaron matándolo”, dijo.

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