No falta tanto para el verano y tampoco para las ansiadas vacaciones que muchos argentinos están ya planeando. Por eso te contamos en esta nota cuáles son algunos de los lugares más lindos de la Patagonia que están quizás, un poco más escondidos o incluso son de menor concurrencia, y este verano pueden ser tu destino ideal.

A algunas de estas joyas de la naturaleza solo se accede por senderos, algunas en 4x4 y otras a pie, y son las más buscadas por los argentinos para disfrutar del sol y de unas vacaciones con amigos o familia.

En primer lugar, el denominado hace un tiempo ya como “Caribe Patagónico”, que incluye playa Las Conchillas, Punta Perdices y Las Grutas. Se encuentran en Río Negro y se extienden hacia el oeste del Golfo Matías, en la península de Punta Verde.

Conchillas

Como su nombre lo indica, se caracteriza por tener su costa repleta de “conchillas“.

Allí, en verano se pueden encontrar restaurantes sobre la playa con sillones con vista al mar para almorzar o tomar algo por la tarde.

Punta Perdices

Es ideal para aquellos que buscan relajarse al sol en la playa, pero también ofrece actividades como kayak, stand up paddle o disfrutar de delicias en las cantinas frente al mar.

Punta Perdices y Las Conchillas (a menos de 6 kilómetros una de otra) constituyen un paseo para los amantes de las exploraciones y las aventuras.

Las Grutas

A unos 60 kilómetros de allí está Las Grutas con sus aguas azules que aparecen en el horizonte frente a las playas colmadas de piletones de agua tibia, además es ideal para los amantes de la gastronomía, existen paradores en la costa donde se puede disfrutar de ricos platos y la pesca del día. 

Bahía Creek

Este pequeño pueblo de Viedma se encuentra a orillas de una de las costas con el color de agua más azul profundo de la Patagonia. Los visitantes se sorprenden porque sus aguas, además de ser cristalinas, son tibias (la temperatura alcanza alrededor de 20 grados).

En Bahía Creek la playa es de arena, conchillas y piedras de colores y el viento es uno de los protagonistas. En estas costas es común sorprenderse con la presencia de fauna propia de las costas patagónicas, especialmente ballenas y toninas overas entre los meses de julio a septiembre.