Mario de Rege fue vicegobenador rionegrino, y ahora, encabeza una de las listas internas de Juntos por el Cambio de cara a la elección de diputados nacionales y disputará contra Aníbal Tortoriello y contra Germán Jalabert en las PASO.

En estos, los primeros días de recorrida de campaña, visitó Bariloche y dialogó a solas con El Cordillerano sobre sus aspiraciones, los rivales internos y externos y su forma de ver la política, luego de estar tanto tiempo fuera de ella.

El Cordillerano: - ¿Con qué perspectivas inicia la campaña electoral?

Mario De Rege: - Nosotros creemos que la campaña se da  en un marco muy difícil para nuestro país, ya que la Argentina está atravesando un momento complicado, que ya lo era antes de la pandemia y ahora, se ha agudizado. Sobre todo en lo que hace al índice de pobreza del 50% y los argentinos necesitamos poner un freno a las políticas que nos están llevando a esta situación. Sin dudas que algo estamos haciendo mal los argentinos, para tener un índice de inflación anual del 50%. Si uno mira alrededor, los países hermanos de Uruguay, Paraguay, Bolivia y Chile, tienen inflación por debajo del 8 o 10 por ciento anual. De modo que, tenemos que ver qué nos pasa, que se hace mal y creo que parte de eso, son las políticas públicas llevadas adelantes por el kirchnerismo. Por ejemplo, lo de prohibir las exportaciones, lo cual genera menos puestos de trabajo, menos producción. El avance sobre la Justicia, que no sólo genera que la gente tenga menos posibilidades de tener justicia, sino que las empresas prefieren no invertir en un país sin estado de derecho. De modo, que tenemos que poner un freno a las políticas del kirchnerismo y la forma es ganando en estas elecciones de 2021 y en las de 2023. Si el kirchnerismo consigue siete diputados más, tendrá quórum propio para tratar leyes que significarán más avances, expropiaciones reñidas con la ley. Asique ese es el desafío…

E.C.: - ¿Y en 2023 se imagina a algún dirigente en particular para conducir la provincia en Juntos por el Cambio?

M.D.R: - Nosotros estamos trabajando para fortalecer a la UCR, que estaba en una situación de crisis muy grande y que el hecho de habernos unido, como lo hicimos en este momento, es un paso adelante. Nosotros aspiramos a que el radicalismo conduzca la provincia, pero sabemos que estamos iniciando un camino largo y difícil. Pero lo estamos comenzando. Primero hay que fortalecernos. En 2023, está la elección provincial y la nacional, que son dos temas importantes. Pero esta elección legislativa es bisagra.

E.C.: - ¿El rival a vencer de ustedes es Juntos Somos Río Negro?

M.D.R: - Sí, es así. Nosotros representamos el verdadero voto que puede poner un freno al kirchnerismo, porque tanto el Frente de Todos, como los diputados de Juntos Somos Río Negro, han votado de igual forma las cosas polémicas y fundamentales que ha necesitado el kirchnerismo con sus legisladores. De modo que la posibilidad de oponerse está dada en el voto a Juntos por el Cambio.

E.C.: - ¿Cómo ve el escenario en noviembre, se repartirán las dos bancas o se las llevará un solo partido?

M.D.R: - Yo creo que va a ser uno y uno, y va a ser importante que se mantenga la banca de Juntos por el Cambio, que actualmente tiene la actual diputada nacional Lorena Matzen. Con ella estamos en la misma fórmula, la cual surgió de la unidad del radicalismo orgánico. Todo el radicalismo que participó en las últimas elecciones, nos pusimos de acuerdo en hacer esta lista que también integran dos personas muy respetadas del PRO, como son el médico barilochense Guillermo Di Lisio y la concejal del PRO en Viedma, Roberta Scavo. Hemos armado un equipo con integrantes de los tres partidos de la alianza y también con independientes.

E.C.: - ¿Qué los diferencia de la lista de Aníbal Tortoriello para no haber ido con ellos?

M.D.R: - Nos diferencia una forma de construcción política y de ver la sociedad. Nosotros conformamos un equipo y del otro lado, construyen más centralizados en una sola persona.

E.C.: -  Pero alguno va a ganar y otros van a perder la interna en las PASO, ¿Podrán trabajar juntos para las generales?

M.D.R: - Por supuesto, en democracia el que gana conduce y el que pierde acompaña. Si uno se somete a una compulsa, después tiene que aceptar los resultados. Eso es lo que hizo Lorena Matzen de una forma muy madura que no es común de ver, porque le tocó perder y se integró dentro del radicalismo. Eso da una imagen de humildad, de sensatez y de construir. En vez de hacer como otros que se enojan y se van a su casa o juegan para otros partidos.

E.C.: -  ¿Qué cree que le aportaría usted a la banca, en caso de ser diputado?

M.D.R: - Yo por mi formación soy ingeniero civil y he trabajado en obras hídricas en el Estado, pero también soy productor y también trabajo en poner campos bajo riego. No sólo el mío, sino campos en general. Me parece que mi mayor inserción es desde el punto de vista productivo. También estudio el tema económico, me interesa y creo que ese punto está en el centro de los problemas de la Argentina. La Argentina tiene un problema con su economía, sobre todo con la economía del Estado.

E.C.: -  Usted ya fue vicegobernador, después se alejó de la vida pública, ¿Cómo ve la política con respecto a aquel momento?

M.D.R: - Yo hasta hace poco, desde el 2010 hice política pero en forma esporádica. No tengo relación con el estado, ni como contratista, ni como proveedor, ni como empleado. Estos diez años me he dedicado a la actividad privada y lo sigo haciendo, me gusta mucho lo que hago. Si bien hay muchas dificultades para hacer cosas en la Argentina, me gusta producir y tengo algún otro desarrollo. Pero uno siente que no podemos quedarnos en la confitería o en el lugar que sea, hablando de los problemas del país, sin ser protagonistas. Tenemos que insertarnos, los argentinos nos tenemos que ocupar de la cosa pública, porque ahí está la solución para el país.

E.C.: -  ¿Y cómo la veía desde afuera a la política?

M.D.R: - La política está muy mal. Tiene una tremenda deuda con la sociedad argentina. Pero los argentinos tenemos que darnos cuenta que somos los dueños de la política. Por eso soy muy contrario a la frase que habla de la “clase política”. Yo soy enemigo de la clase política, porque la política tiene que ser parte de los ciudadanos. No es fácil hacerlo, pero tenemos que hacerlo entre todos por el bien de nuestro país, porque el manejo del Estado que se hace a través de la política, nos va a llevar a buen o mal puerto. Hasta ahora nos ha llevado a un mal puerto, porque no hemos podido solucionar como sociedad, problemas graves que tenemos y que son solucionables, porque en otros lugares del mundo lo han hecho. Ahí vuelvo al ejemplo de la inflación o la necesidad de volver a la cultura del trabajo. Nosotros hemos estado haciendo barbaridades en esa materia en la Argentina. Tenemos que dejar de hacerlas. Uno ve que los mismos dirigentes sociales, de las agrupaciones nos dicen que la gente pide trabajo, y no quiere planes de empleo, o subsidios. La gente quiere trabajar y podemos construir una Argentina así. No es una utopía.