En plenas negociaciones por la carpocapsa, mirá cómo están las barreras sanitarias

A tan solo cuatro días de la publicación en el boletín oficial de la República Federativa del Brasil​​​​ del levantamiento de la suspensión del ingreso de fruta contaminada con larvas de carpocapsa, los trabajadores del Servicio Nacional de Seguridad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) aseguran que hay un “desmantelamiento” de varias barreras sanitarias que funcionan como puestos de control de mercadería exportable.

La denuncia la realizaron los propios operarios de Senasa enrolados en la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) de Río Negro, que hicieron un relevamiento en el que aseguran que los puestos de Casa de Piedra, 25 de Mayo y Catriel “están sucios, sin policía ni mantenimiento”.

Y los propios trabajadores apuntan a las autoridades de Senasa. “A pesar de estas nefastas condiciones, afrontamos la  responsabilidad de hacer nuestra tarea de la mejor manera posible, para evitar que Argentina pierda valiosos mercados internacionales y se nos eche luego la culpa, como ocurrió recientemente con la exportación de frutas a Brasil”, expresó Matías Miqueles, delegado de ATE.

Desde el Servicio Nacional de Seguridad y Calidad Agroalimentaria no brindaron declaraciones respecto a la denuncia formulada por el gremio.

Desde el gremio indicaron que los trabajadores están “desprovistos de personal de limpieza y artículos higiénicos” y que son ellos mismos los que “afrontan la compra de insumos básicos para mantener una oficina del Estado nacional en condiciones asépticas. Tampoco existe personal de mantenimiento de las instalaciones: no hay dinero ni personal para adquirir con celeridad lámparas que alumbren el control de mercadería a la noche”.

“La responsabilidad sobre esta situación tiene nombre y apellido: se llama Marcelo Roberto,  Coordinador Institucional de Barreras Zoofitosanitarias Patagónicas del SENASA”, acusó Rodrigo Vicente, coordinador de ATE Río Negro en organismos nacionales.

“Roberto no ha dado respuesta alguna a los planteos que le hemos realizado en una reunión. No tiene voluntad, parece, de hacer cumplir la ley y, por el contrario, castiga a los trabajadores que sí velamos por el prestigio del organismo”, agregó el dirigente, que denunció que varios empleados fueron trasladado de un control a otro de manera inconsulta, a modo de castigo.

Para el gremio, “de Marcelo Roberto depende también la gestión necesaria ante los ministerios de Seguridad provinciales, para que sus efectivos resguarden la integridad física de los trabajadores objeto de agresión física mientras realizan la fiscalización de la mercadería en tránsito”.

Aseguraron que la situación llega al extremo “insólito” de tener que abonar ellos mismos “la indumentaria necesaria para su tarea”. "Nosotros somos quienes hacemos las impresiones de los logos del organismo y aplicarlos a la ropa, para poder identificarnos ante los conductores. Toda plata que sale de nuestros bolsillos", señala Raúl Escobar, delegado de ATE en Casa de Piedra.

Respecto a lo salarial, indicaron que “los trabajadores no fueron categorizados correctamente, lo que implica años de atraso en la actualización de sus haberes”. (ANR)