17/02/2019

Video: Un chofer y pasajeros levantan una mujer en silla de ruedas para que pueda viajar en colectivo

Cecilia tiene 40 años y se moviliza en silla de ruedas pero cada vez que sale de casa todo se convierte en una travesía.

Cada vez que sale de su casa, Cecilia Vargas, debe contar con la ayuda de choferes y pasajeros para poder viajar en colectivo.

El inexistente número de colectivos urbanos adaptados para personas con diversidades funcionales dificulta la inclusión y sociabilidad de niños, jóvenes y adultos en la ciudad.

“El problema surge cuando queres salir con ella o tenes que llevarla a algun lado”, comentó Mirta, la hermana de Cecilia, a ANR.

Debido a las altas temperaturas, las hermanas quisieron ir al balneario a refrescarse pero se encontraron con que las puertas del final estaban atravesadas por un caño que impedía el paso de la silla de ruedas.

“En colectivo siempre nos pasa lo mismo. Lo que pasó ayer es que la iba a llevar al río y la parte de atrás tenía el caño que va en el medio entonces no entraba la silla.

Entre el chofer y un par de hombres que había en el colectivo la levantaron por adelante”, explicó Mirta.

La inclusión de personas con diversidades funcionales se vuelve complicada cuando la ciudad no está acondicionada adecuadamente para que transiten con libertad.

“Nosotros la agregamos en todo, ella es muy despierta, tiene 40 años. Si hay fiesta la queremos llevar, si está lindo queremos llevarla a tomar un helado. No es que la dejamos aislada o en la casa. Y por ahí cuesta que no haya un colectivo que, después de tantos años, esté preparado para chicos en sillas de ruedas”.

Además, Mirta, cuenta que cada vez que quieren salir a disfrutar deben juntar dinero para movilidad o atravesar situaciones como las del video, dependiendo de la ayuda de vecinos solidarios que quieran subir y bajar su hermana.

“Nosotros no disponemos de auto para decir bueno “nos vamos al río”, “nos vamos a una pileta. En las fiestas generalmente juntamos plata para poder hacer un asadito en el Apycar, pero a parte tenemos que juntar plata para poder pagar un taxi que la lleve y la vaya a buscar. Son $600 que se van en taxi para poder pasar un día con ella”, contó Mirta.

Pero además, señaló que la dificultad se extiende a otros ciudadanos: “El tema no es solo por mi hermana, hay un montón de chicos discapacitados a que les gustaría salir a pasear. Generalmente no se vé, y yo calculo que es porque no hay movilidad para ellos más que por otra cosa”.

La familia de Cecilia siempre busca maneras para que, al igual que todos los ciudadanos, ella pueda disfrutar de los beneficios de vivir en Roca. “El otro día la llevé a la Fiesta de la Manzana. Estaba muy linda la fiesta pero no hacen lugares para chicos con sillas de ruedas. Cuando la queres mover, se te entierran las ruedas entre la tierra y la piedras”, señaló.

Hay muchos sitios que no están acondicionados para personas con movilidad reducida e incluso algunas veredas se encuentran descuidadas por el paso del tiempo. “Han hecho rampas pero hay cuadras que no tienen o que están rotas y no las arreglan. Como no se ven tantos chicos discapacitados dicen “no importa”. Pero las veredas no están aptas para chicos en sillas de rueda. Y tampoco son útiles para  los chicos que no ven”.

Finalmente, Mirta pide a los políticos en campaña que se hagan oído de los reclamos de los ciudadanos con diversidades funcionales. “No creo que sea mi hermana el único caso en Roca en silla de ruedas, ahora que son las elecciones que aprovechen a hacer algo por los chicos discapacitados”.

“No es tanto lo que pedimos, solamente un transporte para chicos así con puertas más grandes y un piso plano. Quizás el día de mañana mi hermana no va a estar más pero van a haber más chicos y tienen que contar con eso”, concluyó. (ANR)

 

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