15/04/2018

El semáforo está en amarillo

El endeudamiento y los peligros que se están gestando por los cambios en las reglas de juego del sistema financiero.

El semáforo está en amarillo

Por Mario Bevilacqua*

De a poco se empiezan a encender las luces amarillas del semáforo financiero del Gobierno Nacional. Ya no resulta tan sencillo colocar deuda en el exterior, por un lado el mercado especulativo internacional se saturó de tantos papeles Argentinos y necesita diversificar sus carteras y riesgos y por otro las tasas de interés en EEUU fijadas por el Departamento del Tesoro comienzan a crecer y ya no es tan atractivo el mercado financiero Argentino.

Los caminos que deberá transitar indefectiblemente el actual Ministro de Finanzas, Luis Caputo serán 2: a) Volver bajo el paraguas del FMI y/o b) Endeudarse en el mercado doméstico.   

Volver al Fondo Monetario Internacional implica para el Pueblo Argentino un importante ajuste en sus condiciones de vida, ya lo vivimos con el tema Previsional y con las propuestas de bajas en los salarios (inflación estimada por el BCRA 15% y por el sector privado +22%).

Endeudarse en el mercado local implica por un lado absorber recursos destinados al sector privado lo que resulta quitarle la posibilidad de obtener capital de trabajo para invertir en sus empresas y por otro se genera un riesgo muy importante y unos de los motivos que generaron el corralito de 2001 que es prestarle dólares a quien no genera dicha moneda. Por ejemplo un empleado que tiene un salario en pesos no podría recibir un préstamo en dólares pues no tiene poder de repago en la moneda extranjera, no así un exportador que obtiene sus ingresos dolarizados. De esa forma se buscaba un empalme entre la deuda en dólares y los recursos para su cancelación.

La norma creada en el 2002 y derogada en el 2016 por el actual Gobierno establecía que por cada dólar que se presta al estado, los bancos deben prestar dos al sector privado, a la fecha el HSBC filial local le proporcionó al Estado Nacional u$s 1.000 millones y se espera que el resto de los bancos aporten u$s 4.000 millones, esto que significa en términos corrientes que el estado está absorbiendo todos los dólares depositados en los bancos en caja de ahorro y plazos fijos.

No podemos ser tan tremendistas en decir que nos acercamos a las causas que generaron el crac del 2001, pero cada vez más el Estado le cuesta conseguir endeudarse para financiar el abultado déficit fiscal que tiene y si a eso le adicionamos su déficit en la balanza comercial que este año será histórico, es muy evidente que los dólares van a faltar y tendrá que prestarle atención a las luces amarillas que se están enciendo para que no se transformen en rojas.

* Contador y columnista de ANB-ANR. 

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