Como en Venecia, pero con aguas contaminadas

Si hay una rotura de un caño de agua o de cloacas, deducir cuál será el destino final de esos fluidos es muy fácil. Y los vecinos que residen en calle José Ingenieros lo saben porque siempre encuentran un nuevo motivo para enojarse y despotricar contra cualquier funcionario o periodista que se les ponga delante.

"Acá no importa el día ni la hora. Revienta un caño de cloacas y la mierda viene a parar acá. ¿Te imaginás viviendo todo el día con ese olor que se mete en tu casa?, dijo uno de los vecinos que reside en las inmediaciones a esta calle y que pidió reserva de su identidad.

Este comerciante aseguró que están cansados porque es un tema de nunca acabar.

Una vez porque llueve, otra vez porque se rompió un caño de cloacas y otra un caño de agua. "Líquido que anda dando vuelta por el pueblo viene a parar acá", expresó esta persona que reside a sólo unos metros de José Ingenieros y que desde hace ya un par de meses, sufre el apestoso olor nauseabundo de las redes cloacales.

Es que no sólo se queda impregnado en el aire sino también en el calzado, en las ruedas de los autos y de las bicicletas. Nadie parece escapar a una condena perpetua de olor a cloacas.

Esta vez el caño en cuestión se encontraba a unos 200 metros de esta arteria (continuación de 9 de Julio) y si bien la empresa ARSA ya lo reparó, los restos continúan en medio de la calle formando una laguna de varios metros de largo que cruza de bote a bote.

"Mire esto va a quedar así por tiempo indeterminado. Si hay sol se va a evaporar y quedará la mierda sobre la calle. Si está húmedo o llueve pasaremos un tiempo largo con esto sobre nuestras espaldas", dijo este vecinos quien aseguró que ya están hartos de las "inclemencias cloacales" en el barrio. (ANR)