17/06/2018

Vidrios polarizados

La conveniencia o no de poseer en Argentina un tipo de cambio alto y sus consecuencias para Bariloche. Una visión sobre el contexto interno y externo.

Vidrios polarizados

Por Mario Bevilacqua (*)

Un empresario de Bariloche acaba de adquirir una camioneta importante de origen Alemán. Lo primero que se le ocurre cuando le entregan las llaves es llevarla a la calle Elordi para que le polaricen sus vidrios. Su visión de la realidad le indica que por una cuestión de seguridad es conveniente que nadie se entere quien conduce el vehículo tan llamativo para no tentar a la violencia, pero también dentro de su visión sesgada de la actualidad le permite tener una visual más light de la vida que transcurre por Bariloche.

Bariloche es una ciudad que por sus características económicas y sociales su mercado interno depende mucho del consumo local, la gran cantidad de empleados públicos (Nacionales, Provinciales y Municipales) dinamizan el comercio de nuestra ciudad, por supuesto que se suman a dicho dinamismos los comercios relacionados al turismo, los profesionales independientes, los jubilados, los artesanos, los negocios barriales, los changarines, etc. La desvalorización del peso o el aumento del precio del dólar solo puede alegrar a aquellos que tienen dolarizados sus ingresos, como ser: Las petroleras, los exportadores de alimentos, las prestadoras de servicios públicos, los Bancos, las agencias de turismo, etc. El resto de los mortales los que tienen la suerte de tener un salario en blanco recibirán en el mejor de los casos un 15% de aumento en compensación al 30% de inflación estimada y los que trabajan en negro (50%) se quedaran con las manos vacías.   

Una encuesta realizada por la consultora IPSOS determinó que:

I) Un 72% de los consumidores achicó el gasto en indumentaria.

II) Un 69% recortó su presupuesto en salidas a comer.

III) Un 67% admitió un ajuste en sus gastos de entretenimiento.

IV) Un 60% afirmó un reacomodamiento en Vacaciones y viajes.

Por todo lo planteado anteriormente ¿alguien puede argumentar que el aumento del tipo de cambio beneficia a Bariloche?, por un lado a sus habitantes en su inmensa mayoría seguro que no, ya que más de 50% de sus residentes están por debajo de la línea de la pobreza y la inflación les quita hasta la posibilidad de comprar pan, leche y calefaccionarse y por otro la llegada de turismo en multitud que podría generar el tan mentado derrame de bienestar general a la ciudad, es casi una utopía, la clase media apenas sobrevive a los efectos recesivos del plan económico del Gobierno y posterga consumo por la incertidumbre reinante, seguramente la clase más acomodadas de la Argentina vendrán a Bariloche, ¿pero con ellos nos alcanzará para reactivar la cerrazón que hoy soporta nuestra ciudad?.  Algunos comerciantes solo se miran su ombligo deberían usar menos cristales polarizados y ser un poco más solidarios con los menos tienen, que en Bariloche son la mayoría. 

(*)  Contador Público. Asesor y consultor. Se desempeñó en Ericsson S.A.I.C.F.I., fue administrador del hospital zonal de Bariloche y secretario de Hacienda de esta ciudad.

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