25/04/2018

Crimen del abogado Martínez: Tiempo de definiciones

Hoy será los alegatos en el juicio que tiene como único imputado a Octavio "El Tano" Gigli. ¿Qué hay a favor y qué en contra del imputado?

Crimen del abogado Martínez: Tiempo de definiciones

Octavio “El Tano” Gigli enfrenta horas decisivas en el juicio que lo tiene como acusado de matar a su amigo, el abogado Guillermo Martínez. Para el fiscal, Luciano Garrido, sobran cartas en la mesa para demostrar su culpabilidad, pero la defensa insiste en la inocencia y sigue abonando una hipótesis que hasta ahora nadie logró confirmar. Hoy serán los alegatos en el juicio en el cual puede ser condenado a una pena que va desde los 8 a los 25 años.

Lo que complica a “El Tano”


La fuga: Primero se escapó hacia Buenos Aires acompañado por su hijo Tadeo y después atravesó la frontera para llegar a Brasil, cuando era intensamente buscado por la policía y los organismos internacionales.

Las Nike y las Salomon: Huellas coincidentes con el diseño de dos pares de calzado fueron detectadas por los peritos en el departamento de Gigli, donde Martínez fue asesinado de siete puñaladas, y en la vestimenta de la víctima. Las huellas de las zapatillas Nike estaban dispersas en el piso del dúplex de la calle Córdoba. Ese par fue secuestrado en el departamento de “El Tano”. Cuando fue detenido en Brasil, Gigli regresó al país con una mochila en la que llevaba ropa y otro par de zapatillas, marca Salomon. Los peritos comprobaron que el cadáver Martínez tenía sobre la remera que tenía puesta la noche del crimen, una huella coincidente con el diseño de la suela de las Salomon que Gigli había traído desde Brasil.

Las escuchas telefónicas: En la investigación no se lograron escuchas con la voz del propio Gigli cuando evadía la orden de captura de la Justicia, pero sí interceptó las llamadas de un hombre que - al parecer - hablaba con él y se comunicaba con su ex pareja. “Prefiere estar seco y en libertad”, fueron algunos de los diálogos que se oyeron en las comunicaciones intervenidas.  También se cree que el acusado utilizó las redes sociales con perfiles falsos para comunicarse con su círculo más íntimo.

El grito: “¡No, la puta madre!” Un vecino de Gigli escuchó esa frase la noche del crimen y la tribuyó a la voz del propio acusado. Aunque el testigo aclaró que pensó que “El Tano” podría haber estado jugando a los naipes con alguien, lo ubicó en la escena del crimen alrededor de las 22:30 del 31 de agosto del 2015.


Lo que lo ayuda

No se detectaron rastros genéticos en el cadáver: Las pericias no pudieron hallar ADN de Gigli en el cuerpo de su amigo. Hubo pericias que se hicieron mucho tiempo después del crimen, recién cuando el fiscal Garrido se hizo cargo del caso.

El papelito: Un ticket de un peaje valorado por la defensa muestra que Gili ya había llegado a Cañuelas, Buenos Aires, a las 5:00 AM del 1 de septiembre del 2015.

La hora de muerte: Según la autopsia que realizó el médico forense Adolfo Escatena, la data de muerte podía estimarse entre 20 y 28 horas, lo que indicaría que el ataque se produjo entre las 5:00 del 31 de agosto y las 13:00 del 1 de septiembre. Sin embargo, el profesional indicó ante el tribunal que “no se puede determinar de manera certera el tiempo de muerte”.

Los testigos que citó la defensa no lo definieron a Gigli como un hombre violento. (ANR)

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