23/11/2017

Isabel, la policía que intentó sacar a los chicos: “Sentía que era mi hijo pidiéndome ayuda”

Ella junto a Rafael Caro fueron los primeros policías que intentaron rescatar de la vivienda a los niños fallecidos en el incendio. Tiene asistencia psicológica y ahora podrían amputarle un dedo.

Matías Pordomingo
Isabel, la policía que intentó sacar a los chicos: “Sentía que era mi hijo pidiéndome ayuda”

“Sentía que era mi hijo pidiéndome ayuda”, el testimonio entre lágrimas de la policía Isabel Muñoz permite dimensionar la desesperación del intento de rescate de los dos hermanitos que fallecieron en el incendio de la vivienda ocurrido ayer (22/11) en barrio Fiske Menuco.

Ella junto al policía Rafael Caro (ambos de la Unidad N° 31) fueron los primeros que intentaron acceder a la vivienda, luego de que les llegó una alerta a través de la radio.

“Por el equipo avisaron del incendio. Estábamos a una cuadra así que llegamos corriendo” explicó a ANR.

Inmediatamente tomaron conocimiento que dentro de la vivienda podía haber chicos, así que lo primero que hicieron fue retirar unas garrafas que estaban cerca de la casa. Y allí, comenzó el desesperado intento por ingresar al lugar.

“Intentamos entrar por la ventana pero no se podía. Nos subimos al techo, pero tampoco porque era de losa. Comenzamos a golpear todo para entrar, con fierros, con piedras. Yo sentía que adentro estaba mi hijo pidiéndome ayuda” dice Isabel, que no puede contener la angustia en su recuerdo.

La policía apenas pudo dormir desde ayer. Tiene asistencia psicológica por parte de la fuerza, pero las voces de los chicos pidiendo ayuda aún resuenan en su cabeza. “En un momento me dormí, y me desperté asustada, como que estaba adentro de la casa con todo el humo, escuchando sus voces”, relata.

“El humo cada vez era más fuerte, no podíamos respirar pero seguíamos golpeando con lo que teníamos cerca para poder ingresar. En el momento no me dí cuenta, pero algo golpeó mi mano derecha. Como soy zurda seguí buscando entrar” señala.

“Alguien notó que tenía la mano muy lastimada y me llevó a la ambulancia” cuenta Isabel. Los médicos hicieron lo posible para restaurar su dedo más afectado, pero ayer le indicaron que probablemente tengan que amputarselo. A pesar de esa pérdida física, el dolor que más le pesa a esta huerguense de 25 años (hace 7 que es parte de la fuerza policial) es no haber rescatado a los chicos. “No me importa el dedo” asegura, “me duele el alma”. (ANR)

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