Recalculando: los gobernadores buscan un horizonte

A pesar de los resultados de las PASO casi la totalidad de los gobernadores buscan un reparo, mientras debaten puertas adentros qué hacer de cara a las generales de octubre, en un reclamo que los une: el Fondo del Conurbano.

La gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María E. Vidal validó la estrategia a llevar adelante con el Presidente Mauricio Macri, y decidió en agosto del año pasado iniciar una demanda contra el Estado Nacional ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación, a partir de la deuda que éste tiene por un fondo que no se actualiza hace años.

Pero la presentación ante el Poder Judicial fue lo primero que alertó al resto de las provincias. Al principio parecía ser más una demanda de sólo los gobernadores opositores, que le sirvió sobre todo a los peronistas, para tener un libreto común. Con el tiempo, y con el resultado de las PASO, la cosa cambió. Esos gobernadores peronistas, ahora ya tienen más problemas con los números puestos y no alcanza con plantearlo como algo entre “compañeros”.

Durante la última semana se preveía que se reunieran en el marco del Consejo Federal de Inversiones (CFI), repitiendo una foto que se sacaron previo a las PASO por medio de la cual intentaron marcarle la cancha al gobierno nacional y por elevación a Vidal. Pero las internas a muchos de ellos no los dejaron bien parados, y por ende tuvieron que decidir ampliar “el club”.

Hasta esta última reunión se acercaron también gobernadores radicales, hoy parte de Cambiemos y otros como, Miguel Lifschitz, Omar Gutiérrez y Alberto Weretilneck (Santa Fe, Neuquén y Río Negro respectivamente). El primer llamado de atención de los gobernadores se debía como mencionamos a que la presentación de Vidal había sido en la Corte, cuando por tratarse de recursos públicos que podrían modificar la distribución del dinero que reciben las provincias, debería tratarse en el Congresos según su criterio.

Luego de la última reunión, que se hizo en la Casa de San Juan en la capital porteña, fueron los gobernadores de Salta y el propio Wereilneck entre otros los que dieron algunas declaraciones. Este último dijo algo como “...cuando se trata de dinero que nos corresponde, no vamos a ceder”. Se plantea entonces una batalla que trasciende lo político.

En paralelo la Corte es presionada desde el punto de vista político por los primeros mandatarios que la exhortan a que los convoquen para que cada uno pueda aportar su mirada y posición al respecto. Este llevaría más tiempo, y atrasaría la decisión del Supremo Tribunal. Encima, los Ministros de la Corte tienen la presión de las elecciones generales y cualquier decisión que tomen antes del 22 de octubre, podría ser un factor de cortocircuito interno entre el gobierno nacional y los provinciales. Por eso no se prevé que falle antes de dicha fecha.

Queda claro que los gobernadores, por momentos, necesitan encontrar un discurso unificador e impulsar temas en la agenda pública para mostrarse fortalecidos y “ponerle un freno” a Macri como suelen decir. Pero Cambiemos, y en particular el Presidente, no se sienten tan amenazados ya que las PASO los fortaleció, inclusive con los resultados definitivos en la provincia de Buenos Aires.

Mientras tanto, la mesa política de Cambiemos (con un par de miembros como Emilio Monzó, en modo avión) hace de las suyas y trata de consolidar su espacio en las provincias donde triunfó, y recortar distancias en dónde apunta a mejorar sus números en octubre.

Sabe que cuenta con cierta ventaja, no sólo por tener la caja, sino también por ostentar el poder nacional mirando de reojo como los gobernadores están más preocupados en su gran mayoría por resolver sus internas. Hoy no hay ninguno que sea más que otro. La única que brilla por sí sola, es Vidal y es de Cambiemos, o mejor dicho del PRO como Macri. Y eso los irrita mucho más.