26/04/2017

Crisis en la Facultad: "Queremos que se respete nuestro derecho a estudiar"

Dialogamos con un grupo de alumnos que no está de acuerdo con la toma del predio de la Universidad Nacional del Comahue, en Roca. Respetan el reclamo pero exigen volver a las aulas. Hoy tampoco hay actividad.

Después de tres semanas, recién ayer se permitió el ingreso temporal de personal Docente y No Docente.
Foto: ANR Archivo
Foto: ANR Archivo

Tres semanas sin clases en las facultades de Derecho y Ciencias Sociales y de Lenguas. Ayer, las extrabajadoras de limpieza y el grupo de alumnos que mantiene tomado el Decanato permitieron el ingreso de personal Docente y No Docente, quienes retiraron documentación de las distintas oficinas, y también permitieron el acceso de estudiantes a la fotocopiadora para poder retirar materiales.

Paralelamente, el Rector Gustavo Crisafulli y el Decano Carlo Pescader -quien ya se reintegró de su licencia por un viaje a Europa- fueron convocados a brindar declaración testimonial con el juez Federal Hugo Greca, quien lleva adelante una causa por “usurpación”. Si bien no trascendieron demasiados detalles, se supo que cada uno fijó su posición en el conflicto que se inició en el año 2015.

Más allá del contexto político de la Facultad, ANR se contactó en las últimas horas con varios alumnos quienes se mostraron críticos de la medida que llevan adelante 7 trabajadores, y que impiden que más de 2500 estudiantes asistan a tomar clases en las distintas carreras.

Muchos de ellos trabajan y a otros los ayudan sus padres para lograr mantenerse, y son conscientes que el tiempo perdido no se recuperará.

La mayoría expresó su acompañamiento a las protestas pero rechazaron la medida que le impide a miles de alumnos su “derecho a estudiar”.

Jennifer Carrera es estudiante de abogacía. Y desde el principio dejó en claro su posición con respecto al tema. “Hay muchos estudiantes que tenemos opiniones distintas a las únicas que se escuchan. Hace 15 días que los trabajadores de limpieza tomaron el Decanato de la Fadecs-Fadel, porque fueron despedidos y exigen la reincorporación. Producto de esto, las autoridades declararon asueto y los estudiantes estamos sin cursar, ni rendir”.

La joven expresó que tanto ella como muchos de sus compañeros “queremos y exigimos volver a cursar en razón de varios argumento: Ya ha sido suficientemente vulnerado nuestro derecho a estudiar amparado por nuestra Constitución Nacional; Que se siga la medida actual de los asuetos académicos vacía las aulas, nos opone y desinforma”. aclaró.

Reiteró su apoyo a las trabajadoras pero dijo que hay un “exceso del derecho a huelga vulnerando ya nuestro derecho de recibir educación y el de los profesores a enseñar”.

Por último aclaró que esta esta puja no hizo más que poner a los estudiantes como “rehenes”.

“Exigimos que ambas partes dejen sus caprichos de lados y establezcan una mesa de diálogo sin condicionamientos. Esperamos una inmediata resolución del conflicto y volver a las aulas de manera urgente”, comentó Jennifer.

“Derecho a Estudiar”

“Existen dos derechos constitucionales en juego, el derecho a trabajar y el derecho a estudiar, quiero cursar y eso no significa que no apoye el reclamo de las trabajadoras, las apoyo hasta que mi derecho a recibir educación se ve afectado!! Se puede apoyar desde adentro de las aulas! Estamos a fin de mes mucha gente alquila ,la situación actual no está bien, pasajes caros. Somos rehenes de esta situación”, comentó otra de las estudiantes quien pidió reserva de su identidad.

Se declaró como “independiente” que sólo observa que el conflicto se transformó en “un capricho”.

“Condicionan demasiado, necesito volver a cursar....o tengo que pensar en un cuatrimestre perdido? ¿Cómo puede ser que una universidad nacional esté tomada y que nadie haga algo? Mi derecho termina donde empieza el derecho del otro”, explicó.

Gustavo es otro estudiante de abogacía que trabaja y estudia en Roca. Como todos, aclaró que está cursando cuarto año de la carrera y que vivir en la ciudad le genera un costo está afrontando con su trabajo diario. “Estamos siendo rehenes de este conflicto. Nosotros lo que queremos como objetivo ya, es volver a las aulas y que esta situación se resuelva por otro lado, sin cerrar la facultad, buscando un diálogo sin que las dos partes pongan condicionamientos previos a la mesa de discusión. La manera que las dos partes están llevando adelante esto es una actitud caprichosa de ambos”, dijo el joven quien pidió que se busquen alternativas para volver a las aulas.

Al igual que otros estudiantes, se  mostró reacio a dar su nombre teniendo en cuenta el grado de virulencia que esta situación generó entre los estudiantes. "Generalmente los grupos de estudiantes que están en apoyo  a esta medida son violentos y son los que rompen las asambleas, donde van personas que ni estudiantes. Son capaces de tomar represalias. Los que buscamos diálogo no nos gusta y por lo tanto nos retiramos de estos medios de discusión. Hay gente que está acostumbrada al conflicto y otros que solo queremos estudiar”, confió.

Docente también quiere volver a clase

Otra de las que se manifestó sobre el tema fue la docente y coordinadora de la carrera de Locución, Gladys Aristimuño Horisberger, quien cuestionó a través de su cuenta en Facebook el asesoramiento legal que reciben las exintegrantes de la cooperadora Mariano Moreno.

“Lo que se está consiguiendo es que todos los claustros nos involucremos directamente y consideremos que la mejor salida sea la justicia por medio de alguna figura que no involucre la violencia policial”, dijo la reconocida locutora, quien aclaró con respecto a la situación de las trabajadoras que “no se puede comparar a las Docentes y No Docentes con esta situación ya que pertenecían a una empresa y luego a una cooperativa a la que renunciaron”, sostuvo.

Y puntualizó que la renuncia se debió a que cuando se conformó la cooperativa “una de las cláusulas decía que ese contrato terminaría cuando se llame a licitación para esas funciones. "La licitación se abrió en marzo y como ellas no pertenecen a ninguna cooperativa no pueden presentarse, entonces ahora reclaman que se las contrate. ¿Dónde se ha visto algo parecido?”, se preguntó.

Y en este sentido aclaró que acá también está en juego la Universidad Pública ya que estas siete personas están impidiendo el funcionamiento administrativo y académico.

“Algunas agrupaciones estudiantiles son las que están impidiendo que estas personas reflexionen y acepten dialogar sin toma”, explicó la docente. (ANR)

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