14/03/2017

“Si seguía el kirchnerismo en el gobierno, el país iba a estallar”

El diputado Sergio Wisky analizó el escenario político-económico del pasado y del presente. Las legislativas, la falta de estructura nacional del PRO, los cruces dentro del partido, el país bajo el kirchnerismo y Río Negro.

Nicolas
“Si seguía el kirchnerismo en el gobierno, el país iba a estallar”

Por Nicolás Malpede

Para el diputado del PRO Sergio Wisky, “lo mejor que le pudo haber pasado al país” en 2015 es que haya asumido la presidencia Mauricio Macri. “El país estaba devastado”, afirmó. El parlamentario reconoció que las elecciones legislativas serán “un termómetro” de la gestión del Ejecutivo nacional, aunque aclaró que “no son determinantes”.

ANB: ¿Le preocupa al PRO los próximos comicios legislativos?

S.W.: No, en absoluto. El Frente para la Victoria (FpV) es el que pone en juego su capital (se renuevan las bancas que hoy ocupan los diputados María Emilia Soria y Luis Bardeggia). Más allá de esto, vale decir que siempre son complicadas para el oficialismo las elecciones de medio término.

ANB: ¿Cuáles son las expectativas a nivel provincial en estas Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO)?

S.W.: Para nuestro partido va a ser todo un desafío. El oficialismo nacional requiere que nos vaya bien en todos lados, pero eso no significa que debemos ganar. Hacer una buena elección en Río Negro también sería superar un piso de 100.000 votos. Tenemos la oportunidad de seguir haciéndonos fuertes. Cambiemos Río Negro es un paragua nacional.

ANB: ¿La falta de estructura a nivel nacional le juega en contra al PRO?

S.W.: Sí, es así. No tenemos los músculos suficientes aún, pero venimos bien, creciendo muy despacio. Además, hoy en día ya no se necesitan grandes estructuras territoriales, porque hay muchos medios digitales para acercarse a la gente. Se produjo un cambio en los últimos años debido al dinamismo de la política. Insisto, no es necesaria tanta estructura. Ya no hace falta tener una unidad básica repleta. Hay más profesionalismo político.

ANB: ¿Qué opina sobre los cruces que hubo en el interior del partido por la asamblea realizada en Dina Huapi?

S.W.: No contribuyen. Nuestra casa tiene que estar tranquila. Si esto no ocurre nos vemos perjudicados. Creo que hay algunos cortocircuitos que son parte del crecimiento que va teniendo un partido que era de envergadura chica en Río Negro y ahora está cada vez más grande. Tenemos que tener una mirada más positiva de las cosas. Para eso debemos ser tolerantes.

ANB: ¿Cómo estaba el país con el kirchnerismo?

S.W.: ¡Era un país devastado! Era una sociedad encepada. El sector agrícola tenía altas retenciones y fue el sector que menos creció. Estaba todo distorsionado. Había recesión, pobreza y desempleo.

ANB: Está describiendo un escenario prácticamente catastrófico...

S.W.: Es que había una crisis social y económica muy grande. El país se parecía al de diciembre de 2001. En cualquier momento explotaba. La gente quizás no lo notaba tanto, porque sobregiraba las tarjetas de crédito, por ejemplo. La obra pública no existió. Crecieron las tomas en todo el país. El kirchnerismo fomentó el consumo, pero estructuralmente el país no rompió su inequidad. Había más de un 30% de pobreza. No se apoyó la inversión productiva. Todas las economías regionales estaban quebradas. No fue un gobierno distribucionista. No hubo distribución de las riquezas.  Todavía seguimos pagando por todo ese periodo.

ANB: ¿Considera que Argentina está saliendo de esa crisis a la que hace alusión?

S.W.: Sí, el gobierno nacional se encuentra desactivando los conflictos mayores y reactivando lentamente el país, pese a tener minoría en las dos cámaras.

ANB: ¿Y cómo evalúa a Bariloche en este marco que expone?

S.W.: Bariloche no quedó exento de lo que pasó a nivel nacional. Hay que tener claro que ya no se puede ver al turismo como la salvación. Es necesario variar la matriz productiva. Para lograrlo van a ser fundamentales las obras del Polo Tecnológico y del Centro de Convenciones. Hay que hacer una fuerte inversión en la ciudad, con una política clara de congresos. También es importante embellecer la ciudad. Hoy la foto de Bariloche no es linda.

Bariloche está en el foco del presidente. La localidad va a ser beneficiada con inversión, y para que haya inversión debe haber estabilidad macro económica. Este año desde Nación impulsaremos obras en cloacas y viviendas, y en luz y gas. También está previsto mejorar y embellecer la Costanera. No puede ser que no tengamos una Costanera agradable y linda. No estamos aprovechando los excelentes paisajes que existen y eso es una pena.

ANB: ¿En qué situación ve a la provincia de Río Negro?

S.W.: El kirchnerismo también nos afectó a los rionegrinos, y mucho. En el Valle, por nombrar un caso, se produce mil quinientos millones de toneladas de fruta por año y el país que más nos compra últimamente es Rusia, que es un mercado complejo. Los países que más pagan nos dejaron de comprar. Tuvimos graves problemas con Brasil por las manzanas con carpocapsa. Si el crecimiento demográfico no va acompañado del crecimiento productivo, se genera pobreza y eso es lo que pasó. Primero hay que lograr aumentar los ingresos. Luego, vemos cómo los distribuimos. 

Lo que pasa en Río Negro no es culpa del empresariado. El responsable es el Estado, que estuvo ausente durante mucho tiempo. (ANB-ANR)

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