DINA HUAPI

| 20/02/2017

PRO Río Negro: Asamblea escandalosa y llena de sospechas

No dejaron ingresar a un escribano que quiso constatar la legitimidad del encuentro. Fuertes cruces entre dirigentes.

El encuentro se llevó adelante en el local del PRO en Dina Huapi.
Foto: Gentileza
Foto: Gentileza

Los cortocircuitos en el PRO no paran de largar chispas. El sábado (18-2) se llevó adelante en Dina Huapi (Bariloche) la polémica asamblea para establecer la alianza PRO en la provincia.

El encuentro fue cuestionado por diversos sectores del partido, que lo calificaron como “ilegítimo”. La convocatoria al encuentro suscitó polémica durante toda la semana, con fuertes cruces entre sus promotores y sus detractores.

Algunos, calificaron esta reunión como un “virtual golpe de Estado” a la orgánica partidaria, como el asambleísta de Allen Miguel Martín, quien advirtió que la convocatoria no se efectivizó con la antelación suficiente y acusó al exlegislador del PPR Claudio Lueiro y al dirigente del PRO Ricardo Vélez de “querer ir por el costado con una asamblea sin consenso”.

El delegado en Río Negro del Ministerio del Interior, Juan Martín, cuestionó el viernes pasado en duros términos la asamblea para convalidar la alianza Cambiemos. “Quieren protagonismo”, aseveró, en diálogo con ANR.

Fuentes del entorno íntimo del funcionario, confiaron a este medio que en el encuentro del sábado, Lueiro quedó posicionado como “virtual presidente del macrismo rionegrino con plenas facultades para designar a los integrantes de diversas ‘comisiones asesoras’ que reemplazarían a los órganos partidarios”.

En tanto, allegados al concejal del PRO Daniel González aseguraron que en la asamblea finalmente quedó establecida la alianza Cambiemos para presentarse a las diferentes elecciones municipales que se desarrollarán en diferentes puntos de la provincia. “En definitiva, cumplimos con el mandato del gobierno nacional. Ni más ni menos que eso”, confiaron las fuentes consultadas.

Frente a la polémica desatada, fueron muchos los referentes del PRO que optaron por no asistir y por marcar diferencias. La propia presidenta del partido, María Piedrabuena, se quedó en su casa y se mostró junto al diputado nacional Sergio Wisky durante el “timbreo” que Cambiemos llevó adelante en la mañana del sábado en Roca, al mismo tiempo que se realizaba la asamblea.

“Para nosotros la política se hace cara a cara con los vecinos y no entre cuatro paredes”, escribió el parlamentario en su cuenta de Twitter en un claro mensaje a los asambleistas.

Tampoco estuvieron en Dina Huapi otras de las caras más prominentes del macrismo provincial, como Juan Martín, que salió a timbrear en Roca, o el intendente de Cipolletti, Aníbal Tortoriello.

Entre gallos y medianoches

Según pudo averiguar ANR, una situación llamativa y tensa se registró cuando un escribano de Dina Huapi se acercó a la reunión a pedido de un afiliado preocupado por la legalidad de la convocatoria.

Cuando el escribano intentó ingresar para identificar a los presentes y constatar su legitimidad como integrantes de la asamblea, Vélez le impidió el acceso argumentando que se trataba de “un acto privado interno del partido político”. Todo esto quedó plasmado en un acta notarial que ya obra en poder de las autoridades nacionales del PRO.

“Lueiro se ocupó de deslizar que había logrado un consenso de los cuatro quintos del órgano partidario, mientras que otros afirman que apenas juntó diez asambleístas”, remarcaron las fuentes consultadas.

Hasta este lunes a la mañana, no se dio a conocer el acta de la asamblea ni sus firmantes, lo cual alimenta todo tipo de versiones. En la tarde del sábado se pudo saber que varios asambleístas ausentes habrían recibido llamados telefónicos de Lueiro y Vélez para avisarles que en los próximos días les llevarían el acta a sus domicilios para que la firmen. “Eso es delito federal”, le advirtió un abogado barilochense a Vélez a través de un mensaje de WhatsApp, preanunciando una sangrienta guerra judicial.

La novela de Lueiro y su asamblea está lejos de haberse cerrado. Lo que todavía se ignora es cuál es la posición que tomarán desde la conducción nacional del PRO frente a este escándalo que salpica a todos y que de crecer mancharía irremediablemente la imagen de “la nueva política”, “el diálogo y el consenso” y el “trabajo en equipo” que tanto enarbola el discurso oficial. (ANR-ANB)

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