25/01/2017

Aseguran que en Roca “protegen” a un cura pedófilo

En 2014, el Vaticano halló a un cura cordobés culpable de abusar sexualmente de una niña y le prohibió ejercer por 10 años. Ahora vive en Roca, al "amparo" del obispo Marcelo Cuenca, denunciaron.

Florencia Bark
Luis Alberto Bergliaffa
Foto: Página 12
Foto: Página 12

Se trata de Luis Alberto Bergliaffa un cura cordobés que fue sancionado por el Vaticano en 2014. La Iglesia le prohibió ejercer el ministerio sacerdotal durante 10 años por abusar sexualmente de una niña y fue difundido en un comunicado público.

Lo que no se hizo público, asegura Mariana Carbajal en un informe de Página 12, es que Bergliaffa fue trasladado al Obispado del Alto Valle y ahora “vive bajo la protección del obispo del Alto Valle, Marcelo Cuenca”.  

El religioso fue sometido a una investigación realizada por un tribunal eclesiástico y fue fue hallado responsable de abusar de una niña en Córdoba, donde estaba a cargo de una parroquia. Página 12 confirmó en el Obispado del Alto Valle que Bergliaffa se desempeña acá aunque no oficiaría misa, según informaron. 

La sanción del Vaticano significa que Bergliaffa no puede celebrar misa ni impartir sacramentos como bautismos o matrimonios. Según indicaron desde el Arzobispado de Córdoba a Página 12, el cura pedófilo no fue denunciado ante el fuero penal por la familia de la víctima, lo que le permitió esquivar una investigación judicial, por lo que ahora podría estar libremente en contacto con otras niñas. 

Una vez que el Arzobispado recibió la denuncia del abuso sexual, la iglesia de Córdoba ordenó una investigación canónica administrativa y la remitió a la Congregación para la Doctrina de la Fe, único tribunal competente en el ámbito de la Iglesia Católica para esos delitos.

La jerarquía católica alegó que al tratarse de un delito de instancia privada, la denuncia penal debía realizarla la víctima o sus padres, y por eso no llevó el caso a la justicia ordinaria. Luego de recibir numerosos testimonios, el sacerdote fue retirado de su cargo como medida cautelar. Después se le aplicó la sanción y Bergliaffa apeló, pero el decreto condenatorio fue confirmado.

“El obispo Cuenca, protector de Bergliaffa, es el mismo que defendió públicamente al padre Julio César Grassi y sostuvo que “es inocente” un día después de que un fallo de la Suprema Corte bonaerense ratificara su condena por abuso sexual agravado y corrupción de menores. Es también el mismo que se negó a dar la bendición a la familia de Lucas Muñoz, el oficial de 29 años asesinado en Bariloche a mediados de 2016, cuya muerte derivó en el descabezamiento de la cúpula policial local ante la fuerte sospecha de su participación en el hecho”, escribió Carbajal. 

ANR se contactó con el obispado de Alto Valle para dialogar con el obispo Marcelo Cuenca, pero desde la administración informaron que Cuenca no tiene teléfono celular y que tampoco se encuentra en la zona para poder acceder a una entrevista. (ANR)

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