Barrio Mosconi conmovido por la tragedia

Los gritos del adolescente cortaron los murmullos y las hipótesis que a esa hora, periodistas y curiosos trazaban sobre el accidente.

Su soledad y su llanto hicieron estremecer a todos. Así llegó uno de los hijos de Claudia Segura, la vecina de barrio Mosconi que esta mañana fue arrollada por un hombre que conducía su vehículo alcoholizado, según los primeros exámenes realizados por personal de la municipalidad. El test de alcoholemia llegó a los 3,2 gs. de alcohol en sangre, según fuentes del área de tránsito consultadas por la comuna.

El joven llegó tan desconcertado a la escena que ni siquiera vio el cuerpo de su madre que a esa hora todavía estaba a un costado de calle Viterbori, a unos 150 metros al sur del paseo del Bicentenario.

Se bajó de su moto, se llevó las manos al rostro y su desgarrador grito podía escucharse a varios metros. En medio de su irreparable pérdida, se sentó en el cordón de la vereda y explotó en llanto.

Tal era su dolor que un policía y un vecino se acercaron para intentar contenerlo. Pero nada podía apaciguar su pérdida. Por un instante amagó a subir a su moto para buscar al resto de su familia pero ya no tenía fuerzas ni para caminar hasta el rodado.

A los pocos metros, su papá tampoco podía entender lo que sucedía. Con el resto de sus familiares trataban de contenerse.

Tal fue la angustia que una ambulancia del hospital Francisco López Lima llegó para asistirlos.

Su vida y su barrio

Claudia era conocida en Mosconi. Trabajaba y “con la lucha diaria” se las ingeniaba para salir adelante junto a su esposo y sus tres hijos, comentó una vecina.

La muerte la encontró a media mañana cuando Oscar De Piano la arrolló con su VW Vento a unos 200 metros del Paseo del Bicentenario. La mujer transitaba en una moto de baja cilindrada que quedó reducida sólo a hierros retorcidos.

No muy lejos del lugar, en barrio Mosconi, la noticia había golpeado a todos. Verónica es hija de los dueños de una despensa ubicada en calle Viterbori y Bustelo. En medio del recorrido de ANR por el barrio, la joven contó que De Piano -que vive en un barrio privado a pocos metros- estuvo en su local comercial.

“Le dije buen día y no me contestó nada”, dijo consternada la joven quien aseguró que el conductor no dijo nada al entrar al negocio.

Comentó que el hombre ingresó al local y antes de decir algo, abrió su mano y se dio cuenta que sólo tenía 10 pesos. Relató que al salir los dejó caer y luego subió a su auto “dobló en U y se fue a toda velocidad”, comentó la joven quien hizo hincapié en que el conductor en todo momento se encontraba hablando por teléfono.

“Iba a muy alta velocidad y se lo vio medio ebrio”, relató la comerciante quien por la hora, sostuvo que eso ocurrió instantes antes del accidente.

Los vecinos consultados que residen sobre calle Viterbori dijeron que desde que están los barrios privados y se reparó la ruta, nadie respeta las normas de tránsito.

“Acá constantemente pasan los autos a toda velocidad. Hay una escuela, y no hay control. Nadie respeta nada. Los zorros (agentes de tránsito) andan por el paseo del Bicentenario pero por acá no pasan nunca”, relató. (ANR)