"En una sola noche perdí a mi padre y a mi madre"

Cuando Martín Soria habla de sus padres su rostro se estremece. Se hunde en un mar de recuerdos de esa trágica noche cuando su madre asesinó a su padre de un disparo en el rostro.

Esa madrugada estaba de regreso en su casa particular cuando sonó el celular y el mundo comenzó a desmoronarse a su lado.

“No es fácil después de 5 años. Perdí a mi padre y a mi madre en una sola noche”, recuerda el jefe comunal al intentar de volver a ese fatídico relato del 1° de enero.

“De mi viejo extraño los consejos, sin lugar a dudas. Siempre estoy pensando en qué hubiera hecho en tal o cual cosa. Me pedía que hablara claro siempre que no anduviera con vueltas”, recuerda en medio de una sonrisa. Y sostiene que tal vez por su propia personalidad, era su forma demostrar el cariño hacia los demás.

Un recuerdo: tal vez fue el día que asumió como intendente de Roca. Esa jornada del 12 de diciembre de 2012 el actual intendente asumía al frente de la comuna después de que el presidente del Concejo Deliberante, Luis Di Giácomo, le tomó juramento. Soria padre no habló pero entre lágrimas, escuchó el discurso de su hijo.

Días después asumiría como gobernador de la provincia.

“Por esos días se respiraba una ola, un tsunami que estaba a punto de tocar la costa. Es que mi viejo dio vuelta esta ciudad y de un momento para otro ya no estaba. En ese momento el país crecía y hoy tenemos una provincia que no puede pagar ni los sueldos”, se lamenta.

Para Martín Soria y su familia nada fue fácil desde la muerte del “Gringo”. “Me sentí solo y no solamente eso, tenés la sensación de que todos te están mirando”, sostuvo.

Los recuerdos vuelven a pasar una y otra vez. “Sabés cuánta gente venía y me decía, ‘¿vas a renunciar no?’. O te preguntaban si íbamos a suspender la Fiesta de la Manzana”, comenta cinco año después.

Si hay una imagen que podía resumir el dolor de los roquenses esa semana fue el regreso de Martín a la intendencia. "A mi me tocó levantar de los hombros a los funcionarios que encontré llorando en los pasillos", explicó.

Como contrapartida también comentó que algunos apostaron a que no pasaría mucho tiempo para que “tire la toalla”.

“Pero me crió un tipo que era una topadora, con todo en contra seguí porque aprendí mucho de mi viejo. Me faltará el bigote y la experiencia”, explica.

El intendente cierra un relato que siempre deber ser difícil de abordar. Pero hay que remarcar que a pesar de los hechos ocurridos hace 5 años, nunca le esquivó al tema y como es su estilo, respondió de manera frontal y sin vueltas.

“Demostramos de qué estamos hechos. Y que el desafío de reemplazar al mejor intendente de Roca lo estoy cumpliendo”, cerró.

Por Luis Leiva