18/05/2016

Día de los Museos: historia de un “gigante” que apuesta a futuro

El museo más grande de la provincia está en Roca. Tiene 12 voluntarios y un empleado. Con 1.672 metros cuadrados dedicados a la exhibición, difusión e investigación de ciencias naturales, que funcione desde 2008 tiene una explicación: la voluntad.

Inauguración de la muestra Planeta Dinosaurio, año 2011.
Foto: José Luis Pierroni - Patagonia Fotopress.
Foto: José Luis Pierroni - Patagonia Fotopress.

El Museo Patagónico de Ciencias Naturales de Roca nació como un proyecto de la ONG Fundación Patagónica de Ciencias Naturales. Explora distintas áreas de las ciencias naturales: biología, paleontología, zoología, geología, botánica, agronomía, entre otras. Trabajan en forma voluntaria profesionales como biólogos, paleontólogos, geólogos y diseñadores.

En el año 2006, la provincia cedió el edificio del ex Banco Provincia, para la instalación del museo. El mismo año, con la Ley Nº 4.077, dispone la creación del Museo como institución, inaugurandose en los primeros meses del 2008.

“Los sostenemos a pulmón”, explica su coordinador Pablo Chafrat, especialista en preservación de patrimonio natural y cultural. Tanto el mantenimiento edilicio, como el desarrollo de tareas de difusión e investigación lo realizan 12 personas, que trabajan ad honorem. Pablo Chafrat, su coordinador, es la única persona con sueldo.

Desde lo presupuestario, pareciera imposible. Desde lo institucional, siempre quedó atrapado en los tironeos provincia-municipio. Y a pesar de eso, la mirada a futuro es con optimismo. Chafrat hace un balance positivo, a partir de la la situación de la que vienen años atrás: “En el último año y medio notamos más compromiso”, señala y pone como “buena señal” la creación de la Dirección de Patrimonio y Museos a nivel provincial. Además, percibe que hay una vinculación de otras áreas, como cultura o turismo, que antes no existía. El déficit, a nivel institucional, sigue siendo los vínculos con el municipio.

El museo cuenta con múltiples líneas de investigación. Los artículos de divulgación que producen son publicados en revistas científicas nacionales e internacionales, y están vinculados a través de convenios con más de 20 instituciones científicas del país y el mundo.

Aunque están orgullosos de su trabajo, reconocen que el mismo es tan a pulmón que sería imposible sin el apoyo familiar para cada uno de los integrantes.

Pablo Chafrat menciona como ejemplo algo tan esencial como la limpieza, tarea que tenían que hacer los propios integrantes del museo. “Son ese tipo de cosas que te sacan tiempo para la gestión diaria, que hacen que los proyectos vayan más lentos” explica su coordinador. A partir de un vínculo con la Defensoría del Pueblo, ahora tienen servicio de limpieza, permitiendo al organismo de Nadina Díaz contar con oficinas en el lugar.

“Vivíamos abandonados” explica Chafrat, que prefiere poner el eje en el futuro más que en las dificultades del camino recorrido. Ahora son parte de una red de museos en Río Negro y esperan que pueda concretarse una ley de museos provinciales que formalice compromisos con estos espacios de divulgación científica y cultural. (ANR)

 

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