Conocé la plaza más olvidada de Roca

Hace años que dejó de ser una plaza.

Para algunos vecinos sólo es un lugar de paso que lo único que mantiene es el cartel con un nombre que la identifica como la "Plaza de la Libertad".

Un río de residuos cloacales acompañan el recorrido formando una laguna en medio de este espacio que se encuentra ubicado sobre calle Paraná y Panamá, justo en el lugar donde se dividen las 250 Viviendas A y B.

Los complejos fueron inaugurados con el regreso a la democracia y por ese entonces fue el radical Pablo Verani el que realizó el corte de cintas para habilitar uno de los sectores más poblados ubicado en la zona este de la ciudad.

Allí se levantó este "espacio verde" que hoy, apenas permite el crecimiento de algunos árboles que se sostienen sólo por obra de la naturaleza.

Los toboganes, las hamacas, los sube y baja, y todos los juegos que en algún momento pudieron ser utilizados por los niños de barrio fueron desmantelados con el paso del tiempo.

"Ni los radicales ni los peronistas lograron mantenerla", dice apurado un vecino que esta semana pasaba por la plaza y se anticipaba al periodista que intentaba hacerle una nota.

Un columna de iluminación, según los vecinos ya no ilumina desde hace tiempo, deja al descubierto los cables de lo que alguna vez fue un sistema que habilitaba la plaza en horario nocturno. Alrededor, las aguas contaminadas acompañan el escenario de un lugar que ya nadie reconoce como "agradable".

En la esquina, las bolsas de basura desparramadas por los perros parecen terminar de conformar un escenario realmente deplorable.

"Todos somos responsables"

Margarita llegó con 33 años al barrio. Junto a su esposo se anotaron en el plan del Instituto de Planificación y Promoción de la Vivienda (IPPV) y finalmente resultaron beneficiados con un departamento. Atrás había dejado su casa de Chacra Monte para instalarse definitivamente en la ciudad.

"Eran otros tiempos", justifica. Es que según explicó, por esa época la plaza lucía de otra manera. Los juegos funcionaban y los vecinos le dedicaban un tiempo para mantenerla.

El descuido de los gobiernos municipales y de los propios habitantes del barrio la fueron dejando en este estado. "Se empezaron a llevar algunas cosas y después otras. Al final a nadie le importó. Hace ya varios años la arreglaron pero está igual", se queja esta vecina quien asegura que ahora sus nietos ni se acercan a ese lugar.

Todos imaginaron que la instalación de la Comisaría 31 a poco menos de 20 metros de la Plaza de la Libertad podría generar más seguridad y evitar que se roben los equipos de la plaza. Pero parece que nada de eso sucedió.

"Acá cuando cae la noche nadie se anima a salir. Ni los policías", dijo la vecina quien recordó que durante la intendencia del Martín Soria intentaron reacodiocnarla pero está a la vista que todo sigue igual.

Para otros habitantes el barrio está "olvidado y la plaza es sólo un reflejo". "Los sistemas cloacales no funcionan las calles están rotas y la basura forma parte del paisaje", comentó otra de las habitantes del barrio para quien el paisaje de la plaza ya casi ni la sorprende.