12/02/2016

Barrio Islas Malvinas: donde el miedo camina por la calle

Desde hace años un grupo de adolescentes no les da tregua. Roban, amenazan y golpean casi a diario. Demandan un rol más activo del Estado.

Barrio Islas Malvinas: donde el miedo camina por la calle

Tienen miedo.

Los vecinos del barrio Islas Malvinas desde hace tiempo que no la pasan bien y saben que el peligro acecha a diario. Robos, asaltos y agresiones fìsicas forman parte del constante hostigamiento que sufren de parte de un grupo de menores que está “intratable”.

Los adolescentes, de entre 14 y 17 años, suman en poco más de un año más de 20 causas judiciales y a pesar de los reiterados pedidos a la Defensoría de Menores y a Promoción Familiar, la situación ya es “incontrolable”.

El barrio está ubicado en el extremo noreste de la ciudad. Más de mil familias residen en esta zona ubicada al pie de la barda, en su mayoría trabajadores y obreros vinculados a la actividad comercial y frutícola de la ciudad.

Pero desde hace un tiempo están preocupados. Este grupo de adolescentes los tiene paralizados y se levantan esperando lo peor.

El último domingo de enero ingresaron a la casa de una mujer mayor. De una patada volaron la puerta y sin mayores explicaciones le llevaron el televisor. “Todos saben quiénes son. Nadie puede hacer nada porque la policía no los puede detener”, comentó un vecino que, como tantos otros, piden por favor que no publiquemos ni sus nombres ni sus direcciones.

Fuentes policiales confirman los hechos. Y agregan que legalmente no se los puede detener, sólo se los demora y se da intervención a Promoción Familiar y la Defensoría de Menores que en varias oportunidades llegaron al barrio. Lo concreto es que no pueden poner freno ni fin a esta situación.

“¡No los para nadie!”, cuenta un vecino. "Si ven un celular o una moto se lo sacan en plena calle", comenta como una de las tantas postales que se ven a diario.

Ingresan por la fuerza a una vivienda y amenzan, golpean y se llevan lo que quieren. “Tenemos miedo y acá nadie dice ni hace nada. Por más que pase la policía los chicos están cebados, descontrolados”, explica.

La policía sospecha que los menores también están vinculados a una banda narco que son los que habitualmente les entregan cocaína para consumir o comercializar. “Todo lo que roban lo venden. Es un círculo vicioso y no hay forma de detenerlo”, comenta une efectivo de la Subcomisaría 68 de Stefenelli quien desde hace tiempo sigue el caso de los violentos menores, muchos de ellos parientes entre sí.

El problema lleva años. Comenzaron desde muy chicos y con el paso del tiempo se hicieron fuertes en el barrio. Uno de los que integraba el violento grupo ya cumplió la mayoría de edad por lo que cumple una condena en el Establecimiento de Ejecución Penal 2, pero el resto de los jóvenes siguen siendo menores.

“Entre el 2015 y lo que va de 2016 ya acumularon 20 causas. Y ahora sospechamos que son los mismos que se robaron los tanques de agua del Centro de Salud y de la Escuela 56 del barrio desde donde se llevaron hace sólo unos días los dos tanques de reserva que tenía el establecimiento educativo", agregó.

“Si el Estado no interviene el destino de estos chicos es la cárcel cuando cumplan la mayoría de edad”, sentenció una fuente judicial.

Tanto la policía como los vecinos demandan un rol más activo del Estado para revertir una situación que hace del propio barrio un lugar inseguro para vivir. (ANR)

 

 

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