11/02/2016

Teme por su vida y la de sus hijos cuando su exmarido salga de prisión

Fernanda vive en Buenos Aires y pide una evaluación psicológica para el hombre quien está condenado en el Penal 5, de Roca. Desde la cárcel el sujeto la sigue amenazando telefónicamente. El caso fue conocido a través de distintos medios nacionales.

Teme por su vida y la de sus hijos cuando su exmarido salga de prisión

“Mi hija y yo vivimos con miedo permanente, sabiendo que mi ex es capaz de cualquier cosa. Nosotras también tenemos derecho a vivir, y están obviando ese detalle”. Así comienza el relato de Fernanda Chacón, una mujer víctima de violencia cuyo caso ya es reconocido en el país.

Fernanda tiene 40 años, es ama de casa y madre de cuatro hijos, oriunda de Buenos Aires. Vivió los peores cuatro años de su vida junto a su ex marido, quien ejerció todos los tipos de violencia que una mujer puede sufrir: física, psicológica y económica.

Daniel Castro está preso hace casi dos años. Luego de pasar un tiempo en la cárcel de Devoto fue trasladado al Penal 5 de Roca. Está cumpliendo una condena por nueve delitos de violencia de género -lesiones, coacción, amenazas y por desobediencia a la autoridad-, por los cuales se lo condenó a 18 meses de cárcel. Sumado a otros delitos previos -robos- se le acumularon otros 36 meses. La pena total es de 4 años y 6 meses.

A medidados de 2015, quedó firme la sentencia tras un juicio abreviado, mecanismo por el cual se el acusado reconoció todos los delitos.

Castro podría obtener el beneficio de salidas transitorias por ley. La norma N° 24660 -que versa sobre las Características y la Ejecución de la Pena Privativa de la Libertad-, estipula que para la concesión de las salidas transitorias o la incorporación al sistema de semilibertad se requiere haber cumplido por lo menos la mitad de la condena – 27 meses en este caso, lo cual está por cumplir.

Desde septiembre de 2015, el sujeto permanece en la Colonia Penal desde donde volvió a comunicarse con la mujer. Ya había hecho lo mismo desde la cárcel de Devoto, donde cumplió la primera parte de la pena. Las llamadas fueron denunciadas en el Juzgado Correccional Nº 3, de Buenos Aires.

Lo único con lo que cuenta es una medida cautelar para ella y sus hijos sin fecha de vencimiento, que entrará en vigencia el día de su excarcelación. A Fernanda le preocupa que estas medidas no contemplan las posibles salidas transitorias de Castro.

“Necesito difundir mi caso para que esta persona no tenga el beneficio de la libertad condicional en los próximos meses y ponga en peligro nuevamente la vida de mi hija y la mía” relató la mujer quien reconoce que vive con miedo por lo que pueda suceder.

Después de golpear infinidad de puertas, “las cuales todas me daban la espalda y me decían que no había nada para hacer para poder preservar nuestras vidas” Fernanda busca que la pena sea de cumplimiento efectivo en su totalidad. "Una vez mas la justicia parece que mira para otro lado" sentenció.

Cuatro años de violencia sostenida

Fernanda califica a su historia como un “calvario”. Desde que tuvieron a su hija hasta el día de hoy que su ex marido está preso, el miedo es el peor enemigo de una madre sola con sus cuatro hijos.

Se conocieron en 2010, decidieron formar una pareja y en 2011 tuvieron una hija, luego se casaron. La mujer relata que el primer hecho de violencia ocurre en 2012 cuando ella se niega a tener relaciones sexuales con él. Ante eso, Castro la amenaza con matar a su hija, poniéndole un cuchillo en el cuello.

Ella decidió irse con sus hijos (tenía tres de un primer matrimonio) pero Castro le pedía perdón jurando que nada de eso volvería a suceder. Creyó en su arrepentimiento y volvió.

En 2013, el año comenzó álgido. Una noche él llegó ebrio y discutieron. Castro se negó a darle dinero para la manutención de su hija e inmediatamente después, le pegó y la empujó en el baño: cayó sobre la bañera y se fisuró una costilla.

Ese día ella hizo la primera denuncia. Se dispuso una medida cautelar y se lo excluyó del hogar. Semanas después, sorprendentemente el vuelve a aparecer en el departamento. Fernanda logra sobrepasar esta situación y a los días vuelve a aparecer mediante un sinnúmero de mensajes de texto a pesar de las medidas cautelares vigentes.

No mucho tiempo después, se encuentran cara a cara. Fernanda, con la niña en brazos, recibe un puñetazo en el rostro del cual resulta con hemorragias y heridas importantes.

“El me culpaba a mi de que se estaba drogando todo el día porque yo ya no estaba con el”, relató. Fernanda vuelve a denunciar.

El 2013 siguió de lo peor, Daniel Castro aumentó su grado de ira, violencia y acoso sistemático a pesar de las medidas interpuestas.

Vuelve a aparecer en el departamento a insultarla, amenazandolá con pegarle. Ante el griterío los vecinos llaman a la policía. Al ver a los oficiales, Castro se pone más violento e intenta pegarle pero un oficial se interpone. Ese día, lo llevan detenido por desacato a la autoridad. Vuelven a otorgarle medidas cautelares.

Las amenazas no cesaban, ni la desobediencia. “Aparecía y me seguía por todos lados” recalcó la mujer. Hasta que casi terminando el año, la amenaza a los gritos de que la va a matar, seguido de más de una decena de mensajes de textos con insultos y amenazas de muerte no solo a ella sino a sus hijos.

Ya en 2014, vuelve a buscarla e intenta sacarle a su hija a la fuerza. Ella utiliza el botón antipánico, llega la policía y se lo lleva detenido nuevamente durante un día. Llamados telefónicos, amenazas, todo igual. Aparecía repentina y sistemáticamente todo el tiempo.

El 30 de marzo queda detenido por orden de la jueza a cargo, quien considera que hay peligro de fuga y le dicta la prisión preventiva. Ese día se le imputan los 9 delitos.

El año pasado, en el marco de su condena, Castro la amenazó telefónicamente de muerte desde la cárcel, el día que la mujer consigue la cuota alimentaria para su hija. Las llamadas desde el centro de detenciones nunca cesaron.

El futuro es incierto, pero previsible. Luego de casi veinte episodios violentos y cerca de diez denuncias a distintas instituciones judiciales y organizaciones no gubernamentales durante cuatro años, Fernanda sigue peleando por salvar la vida de sus hijos y que su caso no termine en femicidio. 

Mirá los links de la cobertura del caso de otros medios nacionales: TN, Clarín, La Nación. (ANR)

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