El caso del portero que ató a dos niños de quinto grado en la Escuela 32 de Roca ha generado indignación y preocupación en la comunidad educativa del Alto Valle. El lunes, Educación confirmó que la Junta de Disciplina ha separado del cargo al empleado y que avanza en el proceso de sumario para determinar responsabilidades.

Este indignante caso se supo gracias a la denuncia de una madre, quien relato que el hecho ocurrió durante la merienda, cuando su hija y un compañero fueron a la cocina de la escuela a buscar pan.

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Fernanda Curuchet, titular del Consejo Escolar, explicó en una entrevista radial que el portero fue relevado de sus funciones inmediatamente después de conocerse el incidente. Se le inició un sumario y se tomaron las medidas necesarias para proteger a los estudiantes.

Según detalló Curuchet el portero argumentó que “había atado a los niños en un contexto de juego”, pero se le explicó que ese tipo de comportamiento no está permitido y que no puede tener contacto físico con los alumnos de esa manera, según detalló el medio Mejor Informado.

El proceso de sumario continuará su curso mientras se determina la culpabilidad del portero en el hecho. Mientras tanto, se ha garantizado que el empleado no tenga contacto con niños y no esté asignado a ninguna escuela. Curuchet destacó la importancia de que los niños pudieran hablar sobre lo sucedido y el acompañamiento brindado por el equipo escolar para calmar a las familias afectadas.